Las lluvias y la desigualdad
- Priscila López
- 20 oct 2023
- 3 Min. de lectura
En el noveno mes del año, las lluvias sorprendieron a varias familias guatemaltecas. El 25 de septiembre, el asentamiento, “Dios es Fiel” se vio fuertemente afectado por la creciente del rio que pasa por el lugar. Alrededor de las tres de la mañana, un ruido despertó a varios vecinos, rápidamente decidieron salir para ver que estaba pasando y se encontraron con un panorama que los dejó sin palabras.
Los hogares que se encontraban en la parte más baja del asentamiento habían desaparecido. Menores de edad, adolescentes, madres y padres de familia habían sido arrastrados en un abrir y cerrar de ojos.
Las horas pasaron y en menos de 2 horas localizaron el cadáver de una menor de tan solo 3 años de edad. Familiares reconocieron a la pequeña y pedían a Dios que los demás aparecieran con vida, pero la realidad hizo que perdieran las esperanzas.
Entre lágrimas y gritos solicitaban que fueron encontrados, pero las condiciones climáticas influyeron para que la búsqueda se detuviera. Ese día solo se localizaron 6 cadáveres, entre ellos varios menores de edad, según información de autoridades oficiales.
Para nadie es un secreto que las fuertes lluvias son una de las principales causas por las cuales varios pierden la vida. Los escenarios son escalofriantes y en nuestro país la cifra de fallecidos es alarmante.
Recuerdo el día de la tragedia, era difícil creer que 19 personas estaban desaparecidas. Estaban presentes varios medios desde tempranas horas, dando a conocer el panorama. Incluso las redes estaban muy activas dando información y los famosos lives que mostraban en tiempo real las labores de los socorristas y otras entidades.
Bomberos de todas las estaciones pasaron horas y horas tratando de localizar a más víctimas, lamentablemente no tuvieron éxito. Muchos se quedaron tristes porque no volverán a ver a esa hermana, hija, sobrina, tía, que les alegraba sus días por las condiciones climáticas. No se volverá a repetir ese abrazo, esos buenos días o un cuídate siempre. Y, ¿por qué hago mención de esto?, conocí a una de las personas que perdió a su hermana esa madrugada del 25 de septiembre, me contó que tuvo una llamada horas antes de que ella se fuera a dormir, pero al cortar sintió que no era una llamada normal, era despedida sin regreso.
“Una frase que nunca olvidaré es, cuida mucho a la nena, porque nunca creí que sería lo último que escucharía de mi hermana” Mardo López.
Pero, después de la tragedia dicen que viene la calma. No es una frase que muchos del asentamiento Dios es Fiel, compartan. Viven con temor a que este suceso se vuelva a repetir en unos meses.
Ellos fueron noticia cinco días, después de eso solo se conoció que estaban velando a una de las ultimas víctimas localizadas. Las soluciones a ese problema que les aqueja por años nunca llegarán. Medios, entidades de varios lugares, personas de otras zonas estuvieron presentes, pero, es doloroso conocer que solo fueron importantes y recibieron apoyo unos días.
Ellos necesitan ayuda para irse a vivir a otro lugar, pero la necesidad y la falta de recursos hacen que permanezcan allí. Las autoridades solo les dijeron que tenían que desalojar porque era un lugar vulnerable por las lluvias. Cuando platiqué con Mardo, me dijo algo que me puso en que pensar por muchas noches.
“Me molestó y me dolió tanto verme en las redes sociales, le vi un lado malo, sentía que solo me grababan para crear vistas o contenido. Juegan con mi dolor y con el de los demás que perdieron a un ser querido”.
Llegué a la conclusión que, Mardo tenía razón. Ahora con el buen posicionamiento de las redes sociales cualquier asunto que nos genere seguidores es bienvenido. Siempre y cuando nosotros no seamos los afectados, no importa que los demás estén pasando por una situación de dolor.
Cuanta indiferencia se ve hoy en día, nunca faltaron los comentarios de esa tragedia en los lives como: si viven allí es su problema, deberían de trabajar en lugar de siempre esperar la ayuda de gobierno, son unos dejados por seguir por años en ese asentamiento, tal vez así se van de ese lugar porque bien saben que nos es habitable.
Nadie sabe lo que se siente hasta que les pasa. En esos momentos solo se quiere ayuda y no ser juzgados.
El asentamiento es ahora un lugar que guarda recuerdos tristes, ya que es inevitable recordar a esos vecinos queridos.
APB.
Comments